Ante la oleada de denuncias de los afectados
Bruselas pone bajo vigilancia el acuerdo del Gobierno para estabilizar interinos
La ComisiĆ³n estĆ” analizando el contenido del proyecto gubernamental para chequear que se ajusta a las directivas europeas y anuncia que vigilarĆ” de forma estrecha el trĆ”mite parlamentario.
La ComisiĆ³n Europea ha decidido poner bajo vigilancia la norma espaƱola queĀ aspira a resolver el problema de la altĆsima temporalidad en las Administraciones PĆŗblicasĀ y a ordenar la estabilizaciĆ³n de cientos de miles de plazas de interinos que llevan lustros siendo ocupadas de manera irregular y contraria a las directivas europeas. LaĀ avalancha de denuncias de interinosĀ contra lo que observan como un ERE encubierto de la plantilla de la AdministraciĆ³n por parte del Gobierno a travĆ©s de la norma y el historial espaƱol de incumplimientos a la hora de poner coto a la escalada de la temporalidad en el sector pĆŗblico han inclinado a los funcionarios de Bruselas a poner en el punto de mira el proyecto de Ley de de Medidas Urgentes para la ReducciĆ³n de la Temporalidad en el Empleo PĆŗblico.
AsĆ se seƱala de forma expresa en una carta enviada desde la DirecciĆ³n General de Empleo, Asuntos Sociales e InclusiĆ³n de la ComisiĆ³n Europea, a la que ha tenido accesoĀ La InformaciĆ³n. El Ć³rgano europeo admite que ha recibido un gran nĆŗmero de denuncias por los presuntos abusos de la contrataciĆ³n temporal en la administraciĆ³n pĆŗblica espaƱola, en particular por la situaciĆ³n de funcionarios pĆŗblicos en situaciĆ³n de interinidad, y seƱala que “la ComisiĆ³n estĆ” actualmente analizando los cambios introducidos en la legislaciĆ³n espaƱola y seguirĆ” de cerca el futuro proceso legislativoĀ con el objetivo de evaluar la conformidad del texto resultante con la Directiva Europea“.
El Gobierno se ha visto obligado a regular la situaciĆ³n de los interinos en EspaƱa despuĆ©s de que el Tribunal de Justicia de la UniĆ³n Europea (TJUE) pusiera de manifiesto en una resoluciĆ³n firme elĀ carĆ”cter abusivo de la utilizaciĆ³n de esta figura en las Administraciones PĆŗblicas espaƱolas,Ā exigiera poner bajo control una situaciĆ³n que afecta a unos 800.000 empleados pĆŗblicos y planteara la necesidad de indemnizar a los empleados pĆŗblicos afectados por este comportamiento abusivo. La resoluciĆ³n decĆa mĆ”s y encomendaba al Gobierno la resoluciĆ³n del asunto de manera acorde a la legislaciĆ³n nacional, lo que segĆŗn la interpretaciĆ³n de los servicios jurĆdicos del EstadoĀ impedirĆa la conversiĆ³n automĆ”tica en fijos que reivindica parte del colectivo.
Gobierno y sindicatos decidieron resolver el asunto – en contra de las reivindicaciones de los afectados – con un nuevo y masivo proceso de estabilizaciĆ³n de plazas de interinos, que garantizaba una puntuaciĆ³n extra a los empleados que hubieran ocupado de forma temporal una plaza en la AdministraciĆ³n durante varios aƱos, pero queĀ les ‘condenaba’ a opositarĀ si querĆan aspirar a quedarse en la plantilla del sector pĆŗblico con todas las de la ley oĀ incluso a recibir una indemnizaciĆ³n. Se barajĆ³ la posibilidad de que la oposiciĆ³n no fuera eliminatoria para suavizar el proceso, pero finalmente se descartĆ³ nuevamente por las dudas que generaba respecto a la seguridad jurĆdica del proceso y su ajuste a lo establecido por el TJUE.
Las plataformas de defensa de los interinos entienden que este marco legal expulsarĆ” ‘de facto’ de la plantilla pĆŗblica a miles de interinos que llevan en algunos casos mĆ”s de 20 aƱos desempeƱando su trabajo en la AdministraciĆ³n y con una indemnizaciĆ³n mĆnima que no compensarĆ”, como exigĆa la sentencia del TJUE, el daƱo causado a los afectados.
El asunto es que el texto llegĆ³ al Congreso y los grupos polĆticos – particularmente ERC- forzaron al PSOE a aceptar algunos cambios en el texto para garantizar su tramitaciĆ³n parlamentaria. La ministra de Hacienda y FunciĆ³n PĆŗblica,Ā MarĆa JesĆŗs Montero, que retomĆ³ las competencias en esta materia tras la crisis de Gobierno, se comprometiĆ³ entonces a incorporar a la norma el principio de que las oposiciones no fueran eliminatorias y laĀ posibilidad de hacer fijos sin necesidad de opositar a los interinos que llevaran mĆ”s de diez aƱosĀ ininterumpidamente ocupando un puesto de trabajo en la AdministraciĆ³n.
Cambiaban dos de los asuntos clave de los que, segĆŗn fuentes de la negociaciĆ³n, el Ministerio de PolĆtica Territorial y FunciĆ³n PĆŗblica entonces dirigido porĀ Miquel IcetaĀ habĆa prescindido para blindar la seguridad jurĆdica de la norma gubernamental ante las dudas sobre su encaje en la normativa espaƱola. Este tema no es irrelevante ya que la sentencia del Tribunal de Justicia de la UniĆ³n Europea exigĆa que la soluciĆ³n que se diera a los interinos fuera acorde con la normativa nacional.
En otro giro de la situaciĆ³n elĀ Gobierno ha optado por no incorporar esos dos aspectosĀ al texto del proyecto de ley que se acaba de registrar en el Congreso de los Diputados y se ha limitado a adaptar la redacciĆ³n del punto que regula los procesos de estabilizaciĆ³n de interinos para abrir la puerta a que cada AdministraciĆ³n PĆŗblica proceda como considere oportuno. Tanto el Ministerio de Hacienda como fuentes parlamentarias confirman queĀ la idea es que esos aspectos se incorporen al texto a travĆ©s del trĆ”mite de enmiendas, para el que los grupos parlamentarios disponen de momento de nueve dĆas de plazo.
Fuentes sindicales consultadas por La InformaciĆ³n manifiestan en privado sus dudas respecto a que las cesiones aceptadas por Montero para garantizar la tramitaciĆ³n parlamentaria de la norma en orden a suprimir el carĆ”cter eliminatorio de las oposiciones o a garantizar la fijeza a los interinos con mĆ”s de diez aƱos de antigĆ¼edad en el puesto se ajusten al marco normativo nacional, aunque admiten que no promoverĆ”n enmiendas en contra.
Fuentes del colectivo de interinos reconocen su inquietud por que el Gobierno no haya incluido los cambios en el texto del proyecto de ley y temen por el recorrido real del compromiso de la ministra de aceptar esas modificaciones que reflejan de alguna manera una parte de sus peticiones. Bruselas vigila para que todo el proceso se atenga a la legalidad.